Miedo a estar sin móvil, la Nomofobia
¿Qué es la Nomofobia? En nuestra sociedad con el paso de los años y la invención de nuevas tecnologías y avances ha aparecido un nuevo concepto: la Nomofobia. Es decir, el miedo a estar sin móvil, siendo esto el producto de usar de forma desmedida el teléfono móvil.
En la actualidad, y cada vez en más casos, las personas utilizan constantemente el teléfono móvil, generando una obsesión compulsiva. Todo esto es bastante habitual, ya que a día de hoy muchas de las acciones cotidianas implican el uso de este o de las tecnologías.
Es cierto que el móvil es un método de comunicación instantánea que es usado por todos y para todo, desde búsquedas de información, guía o entretenimiento y ocio, entre otras muchas funciones.
Objetivamente, podemos decir que el teléfono móvil es una herramienta con muchas utilidades. Pero como todo en este mundo siempre hay un lado positivo y uno negativo. Es decir, dependiendo del uso que se haga, en este caso, del teléfono puede suponer un problema más que un adelanto.
En los tiempos que corren, las personas tenemos mucho afán por conseguir todas las comodidades posibles, lo que creemos que es vivir mejor. Pero en ocasiones, el uso abusivo de ciertas comodidades como el teléfono móvil, puede crearnos una dependencia irracional y una adicción a este.
La población que más dependencia ha generado han sido los niños, adolescentes y adultos jóvenes, puesto que han crecido con estas tecnologías y sin una concepción clara de lo perjudicial que podían ser para ellos.
Pero ¿como nos damos cuenta de que nosotros mismos somos adictos al móvil? ¿Cuales son las claves para identificarlo?
Los factores que contestan a estas preguntas son la cantidad de uso y la interferencia que hacen en nosotros los móviles. Es decir, dependerá de cuanto tiempo usemos los móviles y de cuanto interrumpan nuestras actividades cotidianas.
Para trabajar la solución de este problema una de las vías más eficaces es la terapia psicológica. Esta especializada en técnicas cognitivas-conductuales. Es decir, que mediante la participación de la persona en la reflexión y comprensión del problema, se proponen un estilo de conductas para poder encontrar soluciones personalizadas.
Durante este proceso, el entorno de la persona, como son los amigos, familia o compañeros de trabajo, es importante que estén presentes. Es decir, que de forma voluntaria aporten en la medida de lo posible aquella información acerca de la personalidad o de los actos de la persona para acercarse más a los aspectos psicológicos y al problema.
Con una evaluación y diagnóstico de la situación de la persona, se diseña un plan a medida con su consentimiento, informando del tratamiento a seguir, de los objetivos y aspectos que se pretenden tratar, además de todas las incidencias que puedan aparecer.
A partir de todos estos datos se creará un informe detallado con los factores que los factores que influyen y generan el problema, la relación que hay entre ellos, los criterios de valoración, así como los objetivos propuestos.
Si estas en una situación que escapa a tu propio control la vía psicológica será eficaz para tratar de manera individual tu caso y generar las soluciones más beneficiosas para ti, siempre prevaleciendo tu salud y bienestar por encima de todas las cosas.