¿Cómo mejorar el rendimiento académico de un adolescente?
Un adolescente puede mejorar su rendimiento académico desarrollando la autonomía, la motivación, la organización y la responsabilidad. Son las claves para obtener buenos resultados.
La adolescencia es una etapa difícil por tratarse de una etapa de cambios, tanto físicos como psicológicos. Está llena de ilusiones, desilusiones, logros, tropiezos y altibajos naturales. La familia debe ser un apoyo para el adolescente, para superar los tropiezos y para no encontrarse sólo. Pueden desmoralizarse o dar un bajo rendimiento. Es interesante buscar la causa del bajo rendimiento para poder poner solución.
En ocasiones no es suficiente con el apoyo familiar o no sabemos organizarnos bien y podemos buscar un profesional que nos ayude. Hay coach especializados en coaching académico y coaching para adolescentes. El coaching educativo es la práctica que permite al alumno reforzar o mejorar su rendimiento académico. Nos ayuda y acompaña en el proceso con herramientas para el coaching de adolescentes. El objetivo del coaching es conseguir un buen rendimiento y unos buenos resultados.

La ayuda del coach y las próximas sesiones con él para supervisión, harán que cumplamos con las tareas acordadas durante el proceso. Y poco a poco, costará menos esfuerzo realizarlas. Es más, las iremos realizando sin darnos cuenta. Formarán parte de la rutina.
Además de las sesiones de coaching, que son un instrumento para desarrollar técnicas de estudio y un apoyo, hay que retener al máximo las explicaciones y tener el material de las sesiones ordenado y con buenos apuntes. Debemos dedicarle un tiempo fijo todos los días y a ser posible, a la misma hora. Dedicarle más tiempo a las asignaturas más difíciles y hacer descansos breves, muy recomendables.

Con respecto al lugar de estudio, debe ser un lugar fijo, destinado para estas tareas, que se encuentre ordenado, limpio y sin entretenimientos cercanos.
Las técnicas de estudio no funcionan por sí solas, también hay que estar motivado y desarrollar la constancia. Debemos evitar las dilaciones como «Ya lo haré mañana», «Porque un día no estudie, no pasa nada».
La dinámica que use el coach debe ser bajo el mismo criterio y estructura que en nuestro Centro Educativo. No debemos recibir ayuda de amigos o familiares que hagan las cosas por nosotros, si no que nos enseñen a realizarlas por nosotros mismos.
El coach también nos ayudará a combatir los nervios, angustia y ansiedad a la hora de los examenes, la falta de concentración y la baja autoestima frente a un resultado malo.